martes, 8 de abril de 2008

LA VIDA A BLANCO Y NEGRO

Algunas personas suelen decir que después de la tormenta siempre llega la calma, no sé que decir al respecto ya que mi vida se parece a una tormenta; una tormenta que no sé cuando comenzó y cuyo final cada vez se hace más incierto...

Tristeza es lo único que puedo sentir al ver caer la lluvia y a los niños saltar sobre los charcos, sólo dolor es lo que renace en mi corazón cada día al despertar de nuevo en este mar de tribulaciones y angustias

Llorar sin razón quizás sea la razón perfecta para quere arrancar mis venas, pues no hay dolor lo suficientemente fuerte como para que supere al de un alma condenada en vida.